martes, 30 de noviembre de 2010

Pesimismo rodea inicio de cumbre climática de Cancún

Diario EL TIEMPO
REDACCIÓN VIDA DE HOY



Activistas de la ONG Oxfam dejaron en la playa el mensaje "Urgente. Salven vidas en Cancún".
Foto: AFP

Opiniones mayoritarias recalcan que este será un nuevo intento fallido por lograr un acuerdo.
Desde este lunes, y durante dos semanas, delegaciones de  190 países discutirán en la ciudad mexicana de Cancún un posible pacto global que impida que la temperatura del globo siga aumentando.

Comienza la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16), equivalente a la que se organizó en Copenhague (Dinamarca) el año pasado, y donde el gran acuerdo que se esperaba terminó siendo sólo una declaración política sin compromisos definitivos.

Pero en México, luego de varios encuentros preparatorios realizados durante el año, primero en Bonn (Alemania) y luego en Tianjin (China), la idea es que los países miembros de la ONU, principalmente China y Estados Unidos (los mayores contaminantes), se comprometan con una negociación jurídicamente vinculante, para que la reducción de sus emisiones no sea opcional sino obligatoria, sujeta a verificación y a posibles sanciones.

Decirlo es fácil. Sin embargo, los intereses económicos que están  en juego para lograrlo y conseguir que la industria de cada una de los estados se ponga a tono con las energías renovables y reduzca su contaminación (hecho que resulta un obstáculo para el crecimiento económico) impedirán que se llegue a un consenso, como lo pronosticó para El Tiempo Gustavo Ampugnani, coordinador de temas climáticos de Greenpeace.

Por eso, agrega Ampugnani, la cita en terreno mexicano se perfila como un encuentro en el que sólo se producirán avances parciales para preparar un acuerdo climático global en otro momento; tal vez durante la próxima conferencia de Sudáfrica, en el 2011. Ni siquiera se esperan determinaciones definitivas para actualizar o archivar el Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante que existe (firmado pero nunca ratificado por el Congreso estadounidense), pero que vence en el 2012 y cuyas metas cubren menos del 30 por ciento de las emisiones actuales.

De todas maneras, esta nueva cumbre tiene una justificación clara: evitar, a través de una alianza política mundial, que la temperatura promedio del planeta aumente en dos grados centígrados.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (Ipcc), si eso llegara a pasar, los fenómenos meteorológicos como inundaciones, sequías, lluvias intensas, derretimiento de los polos o el  crecimiento del nivel del mar, notorios en muchas partes del mudo, serán cada vez más intensos.

En ese sentido, Colombia, víctima de muchas de esas amenazas, asiste a Cancún con dos objetivos clave. Según Andrea García, coordinadora del grupo de cambio climático del Ministerio de Medio Ambiente y una de las lideres de la delegación nacional, se seguirá impulsando la consolidación de un Fondo de Adaptación para recibir ayuda en dinero de las naciones desarrolladas e industrializadas (causantes del calentamiento global), para combatir los efectos del cambio climático.

Al fin y al cabo, los países en desarrollo no causaron el problema, pero si son las naciones que enfrentan sus efectos con mayor intensidad. Las potencias girarían 30 mil millones de dólares de aquí al 2012, pero aún no es claro cómo se entregarán, cuáles países tendrán prioridad y que entidad controlará las inversiones.

La segunda prioridad será definir de una vez por todas el futuro del mecanismo de Reducción de las Emisiones Derivadas de la Deforestación y la Degradación Ambiental (Redd), que busca, en esencia, pagarles a los países por evitar la deforestación de sus selvas, tala que causa la emisión anual del 20 por ciento del total de los  gases de efecto invernadero. El país, por tener la Amazonia, el Darién y el Chocó Biogeográfico, aspira a recibir ingresos por preservar estos zonas estratégicas.

Sube la temperatura en el mundo

La temperatura media de la superficie terrestre ha subido más de 0,6oC desde los últimos años del siglo XIX. La idea es que ese incremento no supere los dos grados centígrados.

La razón principal de la subida de la temperatura es el proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y, en particular, la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola.

Estas actividades han aumentado el volumen de "gases de efecto invernadero" en la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.

Estos gases se producen naturalmente y son fundamentales para la vida en la Tierra; impiden que parte del calor solar regrese al espacio, por lo que sin  ellos el mundo sería un lugar muy frío.

Pero cuando el volumen de estos gases crece sin descanso, provocan unas temperaturas artificialmente elevadas y modifican el clima. El decenio de 1990 ha sido el más cálido del último milenio y 1998 el año más caluroso.

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