William De Ávila Rodríguez
Jeniré Andreína Carrizo Duno es una joven venezolana que participa en el taller y considera que hay que cosas que no entiende, pero con la práctica va desarrollando su talento por eso es importante practicar en su casa y ver la mejora en pintura y dibujo.
Como ella, muchos jóvenes llegan todos los sábados en horas de la mañana a un encuentro en el taller Arte al Parque, en el barrio Sicarare, de Valledupar, bajo la tutela del profesor Arnoldo Aarón y un grupo de docentes que tratan de encauzar a los jóvenes y niños, para que se acerquen a la pintura y al dibujo y se alejen de un entorno donde hay deporte, pero también drogas y hechos negativos que atentan contra los menores.
Para Arnoldo, quien es artista plástico y gestor cultural, es un reto la continuidad de un proceso que inició mucho antes de la pandemia del Covid-19, pero que ahora continúa con el apoyo del Ministerio de Cultura, lo que le permite tener docentes de artes plásticas que le secundan en una labor, que más que artística, es ante todo social y de compromiso con la vida y que realizan bajo frondosos árboles de caucho.
Al lado de los caballetes, lienzos, pinceles, lápices y pinturas están los niños y jóvenes que también se tratan de abrir espacio con las actividades deportivas, más específicamente el fútbol, quienes llegan junto a sus padres a la cancha La Bombonera, para demostrar sus cualidades y semejarse a James Rodríguez, Falcao García, Leonel Messi o Cristiano Ronaldo. Allí, en el césped verde, rodeado de árboles de caucho, es donde se cantan los goles, pero muchos de los futbolistas, cuando acaban sus partidos, pasan un rato al taller de arte, para ver a los que pueden ser en un futuro: Leonardo, Da Vinci, Manzur, Picasso, Kajuma o El Turry Molina.
Las docentes saben que la tarea no es fácil, pero a punta de sugerencias y tomando ellas mismas el pincel, van delineando el contorno de las figuras, que inicialmente son bodegones, pero que después se convertirán en obras más estilizadas y acabadas, dignas de exposición como la que planean hacer con los dibujos y pinturas más representativas del curso.
Eric Alvis es atento a la sugerencia de la tallerista y en medio de los goles y ruido propio del fútbol de barriada, con insultos y felicitaciones, trata de concentrarse para hacerle un gol al Arte y a la vida.
Propuestas como esta merecen la continuidad de los entes culturales nacionales, departamentales y locales, para que los niños y jóvenes le den un nuevo color a la existencia en medio de las acechanzas cotidianas que deben afrontar los menores vallenatos.
Fotos: Fundación Verde Biche / William De Ávila Rodríguez
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